tablita final(?)

No se tienen datos sobre la infancia del personaje en cuestión; sin embargo, unas fuentes confiables afirman que tuvo una vida acomodada y para nada interesante. Como una persona cualquiera realizaba sus actividades de manera cotidiana año tras año, sin aquella chispa que le diera un sentido de vida, claro que tenía sueños como cualquiera pero no eran más que ello. El tiempo iba pasando, no podía quejarse, todo marchaba “bien” hasta que una puerta parecía abrírsele. En uno de esos días que salía de la escuela se topó con un rockero, su vestimenta fue lo primero que le llamó la atención y por sobre todo, ese aire de grandeza que destilaba por sus poros; cautivado, intentó iniciar una conversación para sacar información provechosa.

Dentro de lo poco retener se encontraba un bar al que solía acudir con unas amistades. No perdía nada en conocerlo, tal vez podía encontrarse con algo que le interesara o aprender un nuevo género musical. Llegada la noche se dio un paseo por ahí y grande fue su sorpresa, aquel hombre que vio en la mañana yacía ahí, tocando de manera majestuosa la guitarra; simplemente estaba deslumbrado, ya tenía un ejemplo a seguir, era su ícono y quería estar a su altura. Al terminar el concierto se acercó al varón con entusiasmo para expresarle halagos, éste a modo de gratitud le regaló su plumilla y se ofreció a instruirlo en el mundo musical si ese era su agrado, Jukka emocionado aceptó, fue así como daba el primer paso a su nuevo objetivo.

Pasaron los años y el muchacho empezaba a mostrar destreza en lo que realmente le apasionaba, había dominado cada técnica que su mentor le había enseñado. Llevaba tocando en uno que otro pequeño establecimiento con la banda que lo había acogido, aprendió todo lo necesario para ser una estrella de rock, asimiló un poco del resto, cantar, tocar batería y bajo. Llegó el momento en donde uno tiene que partir y así lo hizo, agradeció por la gentileza que tuvieron con él y quiso que el mundo supiera de aquella agrupación que dejaba atrás, sus mentores y por sobre todo, amigos. Emprendió un largo viaje por algunos países de Europa, principalmente los llamados “países nórdicos” exhibiéndose como toda una estrella, dejaba todo en el escenario; sin embargo, necesitaba una agrupación ya que ser solista no era lo suyo.

En una de sus “tocadas” conoció a un grupo de jóvenes que estaban interesados en formar una banda. El albino los aceptó y así formó su primera banda que no tardó en hacerse conocida en gran parte del continente; no obstante, él deseaba más y no iba a parar has conseguirlo. Se trasladaron hacia América en busca del mismo éxito pero las cosas no salieron como se las esperaban, de hecho, las cosas salieron tan mal que en una de las presentaciones los sacaron con silbidos y es que no se habían percatado que en esos países el pop había pegado logrando desplazar a otros géneros, ello conllevó a que los muchachos se vieran forzados a regresar al viejo continente.

Para Jukka esto era impensable, no planeaba rendirse tan fácil porque sería como menospreciar todas las enseñanzas que recibió y ser incapaz de mantener aquella promesa que se hizo. Una noche, camino al pequeño departamento que había rentado, se encontró con un hombre de vestidos extravagantes que lo llamó desde las sombras de un pasaje; el muchacho fue a su encuentro con cara de pocos amigos. Realmente no sabía por qué accedía a ello pero ya estaba ahí. Se sorprendió al escuchar de la boca del ajeno el problema que tenía el muchacho pues únicamente sus compañeros y él lo conocían a menos que uno de ellos abriera la boca pero… Bueno, no tenía en mente ello. Lo escuchó y la “solución” que tenía a lo que simplemente respondió con una carcajada, era estúpido lo que le proponía ¿Cuál era la propuesta? Aceptar una guitarra que el extraño le ofrecía y tocar un poco con ella pero había algo que debía dejar como medio de pago a su remedio. No tenía que perder así que siguió las órdenes y fue aquí cuando sintió como una energía empezó a envolverlo, se sentía otro, como si emanara la música de sus venas… Era como el Dios del rock por así decirlo.

Las cosas cambiaron para bien, llegó a superar su óbito y con esto llegó a ser una verdadera estrella, conciertos, entrevistas y discos por montones pero… ¿Cómo llega a la presente ciudad, Loving Pets? Pues, todo se debe a la retribución que tenía que dar y consistía en que si bien no tendría a nadie como rival a temer estaba condenado a errar de lugar en lugar en busca de las personas idóneas para volver a formar una agrupación ya que la misma fama hacía que éstas se disolvieran. Así que ahí estaba él, llegando a una ciudad nueva en donde esperaba establecerse y seguir con su sueño… Ser una leyenda del rock dando a conocer su estilo.